La chia, una poderosa semilla ancestral pt. 1

La semilla de chia fue utilizada por los integrantes de las culturas azteca, inca y maya por siglos, conformaba una parte muy importante de su dieta diaria. Era muy apreciada ya que la utilizaban como un reemplazo de comida, y especialmente, por los beneficios que notaban en su salud al consumirla. 

Su nombre científico es Salvia hispanica y hoy en día se cultiva principalmente en la región sur de México y en partes de Guatemala, aunque también está presente en varias regiones de Sudamérica. La palabra chia se deriva del vocablo azteca “chian”, que significa aceitoso y esa una descripción bastante acertada de la principal característica de estas semillas; lo importante es que esos aceites son benéficos. Las propiedades de la chia pueden aportar distintos beneficios a la salud.

La súper semilla de chia

La chia pertenece a la misma familia de la menta y es una planta que crece cada año hasta alcanzar una altura de aproximadamente 90 cm, produce flores de color púrpura o blanco. 

Lo más importante de la planta de chia son sus semillas; la semilla de chia proporciona una fuente muy valiosa de fibra, proteínas, altos niveles de ácidos grasos omega 3 y omega 6 y minerales esenciales; los estudios indican que 2 cucharadas semillas de chia contienen 30% más antioxidantes que uno de los frutos populares por colocarse en la cúspide de los alimentos con mayor aporte de antioxidantes: los arándanos; además, esa misma cantidad contiene más calcio que un vaso de leche, así como una buena dosis de fósforo y muy poco sodio, solamente 137 calorías, absolutamente nada de colesterol o grasas trans, 4 g de proteínas, más hierro que una cantidad equivalente de espinacas y 11 g de fibra, que constituye el 42% de la dosis recomendada de ingesta diaria. La chia puede consumirse tal y como se obtiene de la planta, es decir, cruda; o molida, disuelta en agua, y puede ser un ingrediente de diversos platillos. Todas las propiedades de la chia la hacen un auténtico súper alimento

Digestión y metabolismo perfectos

Cuando los antiguos aztecas utilizaban la semilla de la chia como un sustituto alimenticio, lo hacían consumiendo el equivalente a una cucharada antes de ponerse en marcha durante 24 horas seguidas, quizás para ir de cacería o de expedición, y de esa manera permanecían con energía y nutridos hasta completar su recorrido. Lo que los aztecas aprovechaban era la característica supresora del apetito que las semillas, uno de los diversos beneficios de la chia.

Fuente: http://salud.ellasabe.com/plantas-medicinales/101-semilla-de-chia-propiedades-y-beneficios