Si respiras bien, estas bien


Todas las células de tu organismo ‘’respiran’’, es decir, necesitan oxígeno para funcionar. Y son los pulmones los encargados de recogerlo del aire y de llevarlos a la sangre para que circule por todo el cuerpo. Por ello, al respirar bien mejora toda tu salud.

-Aumenta tu actividad. Si todas la células tienen más oxígeno, obtienes mucha energía y te cuesta menos esfuerzo realizar cualquier tipo de actividad (te cansas menos). Por eso te sientes más vital

-Tu piel gana luminosidad. A medida que pasa el tiempo, las células de la piel pueden perder oxigeno y eso favorece el envejecimiento cutáneo. Los factores que más influyen en la oxigenación de la piel son externos y, por ello se puede revertir esa pérdida en parte mejorando la respiración.

-Mejores digestiones. Para convertir los alimentos en energía es necesario el oxígeno. Por eso, al hacer la digestión tu cuerpo requiere de una mayor cantidad de este gas. Así, tener unos pulmones sanos beneficia la salud de tu estómago.

-El corazón lo agradece. Si respiras de forma incorrecta (por ejemplo por la boca y no por la nariz o de manera superficial) el corazón necesita hacer mucho más esfuerzo para funcionar.

-Te cuesta menos adelgazar. Para convertir la grasa en energía, el organismo también necesita oxigeno. Una buena respiración facilit
a el metabolismo y, por ello, te ayuda a adelgazar.