Los síntomas en las piernas provocados por una
mala circulación pueden llegar a ser muy molestos y, a veces, a pesar de intentar prevenirlos
no puedes evitar que se presenten.
En esos casos poner en práctica algunos
sencillos consejos puede aliviarte sin necesidad de recurrir a fármacos o
tratamientos.
Si hay mala circulación, los tejidos no
reciben la sangre y el oxigeno necesarios y la piel se reseca provocando en
ocasiones picor. Hidratando las piernas mañana y noche, los síntomas se
reducen.
Cataplasmas ‘’anti
inflamatorias’’
Las pequeñas venas inflamadas en las piernas y
las molestias que conllevan pueden aliviarse con cataplasmas, elige entre estas
opciones:
Llantén: Limpia bien sus hojas bajo un chorro
de agua fría y ponlas a hervir. Una vez frías, empapa la compresa y aplica
sobre las piernas.
Arcilla fría: Disuelve con agua mineral y
aplica el cataplasma en las piernas, asegurandote de que no hay una herida
abierta. Tapa con una venda y deja actuar dos horas.
Caléndula: Hierve 80g de flores de caléndula 5
minutos en 1 litro de agua. Deja enfriar y aplica el líquido en la piel con la
ayuda de una gasa.
Una posición que te deshincha
Si tienes las piernas hinchadas y te
recuestas, la presión venosa baja y pueden empeorar. Por eso, al dormir, te
conviene poner un cojín en los pies para elevarlos unos 5 centímetros, así
lograrás mejorar el retorno venoso y las piernas se deshincharán.
Automasajes muy relajantes
Empieza colocando una mano por debajo del pie
y la otra por encima y ve deslizando hasta llegar a la rodilla o incluso a la
ingle. Masajea por ambos lados de la pierna subiendo hasta el muslo e insiste
en esta zona con movimientos circulares. Notarás el beneficio en una semana y
con solo 10 minutos al día.
Baños de contraste que reactivan la sangre
Dirige el chorro
del baño sobre la zona de las rodillas, pantorrillas y pies alterando agua fría
y caliente, y acabando siempre con agua fría. El cambio de temperatura
estimulará la circulación y mejorará la elasticidad de las venas de forma
instantánea.