Hacer el uso de teléfonos inteligentes u otro tipo de dispositivos electrónicos como las tabletas, cuando se está comiendo, puede llevar a tener una alimentación menos saludable.
Así lo concluyó un estudio realizado por Jayne A. Fulkerson, del Centro de Investigación para la Promoción de la Salud de Niños y Familia de la Universidad de Minessota.
Ya se había alertado sobre la costumbre de ver la tele mientras se come, pero cómo ahora se pueden llevar el entretenimiento a la mesa, os padres deben lidiar con esta actitud. Las horas de comida, explica la especialista, pueden aprovecharse para para hablar o compartir experiencias.
En el estudio, que se publicó en la revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics, la autora señala que se encuestaron a más de 1, 800 padres para saber con qué frecuencia sus hijos adolescentes veían la televisión, hablaban por teléfono, jugaban o escuchaban música con auriculares durante las comidas familiares.
También preguntaron a los padres si establecen normas sobre el uso de estos dispositivos y por la importancia que daban a las comidas familiares. Por su parte, los hijos también se sometieron a otro cuestionario para conocer el nivel de comunicación con sus padres.
Dos tercios de los padres aseguraban que sus hijos adolescentes veían la televisión durante las comidas en familia alguna vez y hasta una cuarta parte dijo que se trataba de una costumbre habitual.
Además, tres de cada cuatro padres aseguran que fijan límites a la hora de usar estos dispositivos durante la comida.
Las chicas eran más propensas a usar los medios electrónicos que los niños y su uso aumentaba con la edad. También es más común entre las familias con padres de nivel educativo más bajo.
Lo llamativo fue que, entre los padres que admitían un uso más habitual de dispositivos electrónicos, había un menor consumo de ensaladas, frutas, verduras, zumos y leche y, por contra, se bebían más bebidas azucaradas.
En el estudio no se preguntó a los padres si ellos también recurrían a móviles y otros dispositivos en las comidas pero, en cualquier caso, admite Fulkerson, el estudio muestra como prescindir de las nuevas tecnologías sirve para reforzar la comunicación familiar y mejorar la alimentación.