Se denomina pirosis (popularmente agruras o acidez) a una sensación de dolor o quemazón en el esófago, justo debajo del esternón, que es causada por la regurgitación de ácido gástrico. El dolor se origina en el pecho y puede radiarse al cuello, a la garganta o al ángulo de la mandíbula. La pirosis se ha identificado como una de las causas de la tos crónica, e incluso pueden confundirse con asma.
La sensación de ardor se origina por la exposición del esófago bajo a los contenidos ácidos del estómago. Normalmente, el esfínter esofágico inferior que separa al estómago del esófago se debería contraer para evitar esta situación. Si el esfínter se relaja por alguna razón (como ocurre habitualmente al tragar), los contenidos del estómago, mezclados con ácido gástrico, pueden regresar al esófago.
Este regreso se conoce también como reflujo, y puede convertirse en enfermedad de reflujo gastroesofágico si ocurre frecuentemente. La peristalsis, la onda rítmica de contracción muscular en el esófago, en condiciones normales lleva la comida hacia abajo y a través del EEI; es responsable de limpiar los contenidos del reflujo estomacal. Además, el ácido gástrico puede neutralizarse con los tampones químicos de la saliva.
Es muy frecuente en caso de hernia hiatal.
En general, cualquier alimento (excepto los más ácidos) puede aliviar momentáneamente los síntomas, debido a que la saliva eleva el pH esofágico y a que el reflejo de tragado dificulta el reflujo de ácido desde el estómago. Algunos alimentos como la leche se han usado tradicionalmente como aliviadores transitorios, ya que, aunque poseen un pH ligeramente ácido, lo es mucho menos que el contenido gástrico, rebajando globalmente el pH del ambiente esofágico. Sin embargo, el uso de la leche es discutible según distintos autores, ya que también puede estimular la producción de ácido del estómago, debido a su contenido proteico.
En efecto, entre el esófago y el estómago hay un músculo llamado "Esfinter Cardias" que una vez que ha pasado la comida se cierra para evitar que los ácidos del estómago lleguen a la boca. Si se llega a aflojar este músculo, el ácido pasa al esófago dañándolo y causando un reflujo que produce el síntoma de la pirosis. En principio la leche puede contrarrestar este síntoma por ser poco ácida. Pero al mismo tiempo, el calcio y la caseína estimulan la secreción de jugos gástricos causando un "rebote" que incrementa el ácido.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Acidez_estomacal