La formación de bolsas debajo de los ojos es un tan frecuente como molesto. La prevención es fundamental evitar un problema que aqueja a millones de personas y que puede mejorar siguiendo algunos secretos prácticos.
En ocasiones los responsables son la falta de sueño, el cansancio o
el exceso de alcohol y tabaco. Por ello, es necesario que destierres los
malos hábitos (no fumes ni bebas) y sigas una alimentación sana.
En
los casos en los que son crónicas, pueden estar provocadas por factores
genéticos, por la acumulación de líquidos o por la presencia de grasa
localizada.
Si se debe a una retención de agua son un
síntoma de la incapacidad del riñón de eliminar y drenar el exceso de
líquido corporal. Se suele manifestar por la mañana al levantarse y se
acostumbra a padecerlas si se duerme en exceso en una posición que
favorece el flujo de los líquidos hormonales hacia la cabeza. Por ello,
es recomendable que duermas con una almohada para elevar el cráneo.
Consume alimentos diuréticos que faciliten la función de los riñones
(maíz, aràndanos, espárragos).
Como en todos los problemas de estética existen también remedios caseros. Cuece una manzana y machácala hasta que quede una suave pasta. Cuando esté completamente fría, colócala sobre tus párpados manteniéndolos cerrados. Si lo prefieres, puedes cortar dos rodajas de pepino, en este caso crudo, y realizar la misma operación.
También te puede ser de
ayuda darte masaje a diario para disminuir el tamaño de las bolsas y
lavarte la cara con agua muy fría para activar la circulación.