Un fuerte dolor en la cara o una mucosidad que no cesa son señales de este trastorno que debe tratarse correctamente para que no se cronifique.
Este trastorno se produce cuando la mucosidad se acumula en los senos paranasales dando lugar a una infección. El origen de ese proceso infeccioso suele ser viral o bacteriano, por eso casi siempre empieza con un catarro o una gripe. Aunque también es cierto que hay otras causas que pueden estar detrás.
La personas con alergia asma o rinitis crónica tienen una mayor predisposición por que ya sufren una enfermedad inflamatoria de las vías aéreas superiores que favorece la infección de los senos paranasales.
Los diabéticos sobre todo si sufren alguna complicación de tipo renal, también tienen más riesgo.
Una pésima higiene bucal o una infección dental, por ejemplo una caries no tratada, favorece el ‘’paso’’ de bacterias y, por lo tanto, que aparezca una rinosinusitis.
CUIDADOS EN CASA
Aparte del tratamiento médico, puedes prevenir y aliviar el trastorno si:
-Aplicas paños calientes o compresas en la zona afectada y notarás como se alivia el dolor facial.
-Duermes del lado contrario al seno afectado. Así favoreces su drenaje, facilitas la expulsión de mucosidad y se reduce el dolor. Tomar mucho liquido (ya sea en forma de agua, infusiones o caldos de verduras) también ayuda a fluidificarla.
-Usa humidificadores en casa, especialmente en invierno, para que no se resequen las fosas nasales con la calefacción.
-Toma miel. Una investigación canadiense ha demostrado que ayuda a combatir las bacterias resistentes y resulta útil en sinusitis crónicas.
-Haces vahos de manzanilla. Prepara una infusión con 2 litros de agua y 5 cucharadas de planta e inhala el vaho que desprende sin acercarte demasiado al recipiente para no quemarte.
-Realiza baños nasales a diario. El spray sterimar limpia la nariz de bacterias ayudando a evitar infecciones.
-Come betacaroteno. Los vegetales naranjas contienen esta sustancia clave para el cuidado de las mucosas.
