Mima tus piernas

Nuestras extremidades inferiores soportan habitualmente una tensión excesiva que no solemos tener en cuenta.

Las piernas y los pies son las partes del cuerpo más castigadas y, sin embargo, a menudo desatendemos esos leves piquetes y pequeñas molestias, resultado de la tensión a la que sometemos diariamente los músculos de las extremidades inferiores. Un masaje al llegar a casa después de una larga jornada de trabajo, una dura caminata o una agotadora sesión en el gimnasio es una de las formas de terapia más simple para aliviar la sensación de pesadez.

El masaje crea un efecto agradable, activa la circulación sanguínea y actúa sobre los músculos, tendones y ligamentos mejorando el tono muscular.  Asimismo sirve para prevenir las lesiones que a veces se producen a consecuencia de la tensión en la zona.


QUE SE NECESITA

Darse un masaje en las piernas es fácil y solo requiere un poco de tiempo, 10 minutos. Esté masaje duplicará los beneficios del tratamiento con aceite para varices.

Te ofrecemos también tomar:

1.- EXTRACTO DE CASTAÑO DE INDIAS

Favorece la circulación sanguínea, usado en insuficiencia venosa crónica y en venas varicosas. Tiene propiedades antiinflamatorias y reduce la acumulación de líquido después de un golpe, especialmente de lesiones deportivas.      
Tomar 20 gotas en un vaso con agua 15 min. Después de cada comida    


2.- APLICATE POR LAS MAÑANAS
GEL PARA VARICES

Contiene elementos naturales que mejoran visiblemente las piernas como:     
El castaño de Indias: retrasa la aparición de várices mejorando la circulación, evitando dolor, calambres, comezón, pesadez de las piernas, e inflamación. Junto con el  extracto Chlorella, disminuyen la apariencia de venas superficiales (telas de araña)
El Hamamelis: Los taninos poseen propiedades astringentes, desinflamando y aliviando la pesadez y el dolor que ocasionan las venas inflamadas.
El Ginkgo biloba: Mejora la circulación por el efecto vasodilatador en las venas.

Aplica directamente en las piernas con movimientos ascendentes, alternando ambas manos, hasta que el gel haya penetrado totalmente