El propóleo es un líquido consistente, de textura resinosa, que las abejas fabrican a partir de la yemas y cortezas de los árboles. Esta palabra de difícil pronunciación deriva del griego propolis que significa ``defensa de la ciudad`` y eso es lo que hacen estos insectos cuando inundan su espacio con este líquido viscoso: no dejan pasar nada ni a nadie.

SIRVE COMO ANTIBIÓTICO
El propòleo tiene un efecto antibiótico muy potente que le viene dando por la acción conjunta de sus numerosos componentes.
Es muy rico en bioflavonoides.
Existe otro grupo de compuestos y elementos minerales que se encuentran en el propòleo en cantidades casi inapreciables pero que consultan de fundamental importancia para aprovechar las virtudes del propòleo, destacando la provitamina A y algunas vitaminas del complejo B, en especial la vitamina B3.
Por último, el propòleo se diferencia de los antibióticos de síntesis en que éstos matan virus y bacterias (sean los causantes o no de la enfermedad) provocan así muchos trastornos al organismo. El propòleo no lo hace, por lo que puede tomarse sin temor a perjudicar la flora bacterial.