La contaminación, el estrés, la incorrecta hidratación de la piel y grasa natural que genera la piel hacen que aparezcan los temidos puntos negros. Para acabar con ellos, primeramente, debemos realizar una buena limpieza diaria de la piel después de cada jornada. Para lo cual no necesitamos invertir grandes cantidades de dinero en productos, lo podemos hacer con tratamientos caseros, como los siguientes:
Baños de vapor, mantienen poros limpios. El calor del agua hará que los poros se dilaten, facilitando de esta manera la extracción de la suciedad de forma sencilla y sin forzar el poro. La forma de cerrarlos es aplicando agua fría en ellos.
El zumo de uva tiene el mismo efecto que el agua caliente para dilatar poros. Otra preparación recomendada es además el yogurt natural con unas gotas de limón y vinagre, se aplica al rostro en forma de mascarilla, dejándolo reposar por media.
Un exfoliante natural, éste no sólo ayudará a dilatar poros, sino que además permite eliminar las células muertas de la piel y la suciedad que acumula nuestra piel. Se puede preparar uno usando almendras molidas o azúcar rubia y yogurt.
La disciplina hará que nuestra piel se vea más tersa y lozana, la limpieza diaria debe ser parte de nuestros hábitos de higiene, así evitar una piel maltratada y llena de impurezas.
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