Muchas veces pensamos que para mantener nuestra piel suave, nutrida y sin arrugas es necesario gastarnos una fortuna en productos comerciales. La verdad es que muchos de estos productos que venden en las farmacias están formulados con ingredientes que puedes encontrar en tu propia cocina.
El aceite de semilla de uva, por ejemplo, es un aceite que no debería faltar en ninguna despensa. Es maravilloso para cocinar, especialmente para freír ya que cuando se calienta no produce carcinógenos como es el caso de otros aceites. También es muy recomendable para aderezar ensaladas ya que contiene vitamina E, ácido linoléico y ácidos grasos Omega 3 y 6, nutrientes muy importantes para mantener el organismo sano.
El aceite de semilla de uva también puede convertirse en un buen aliado para mantener tu piel suave y sin arrugas. Por su alto contenido en antioxidantes, vitaminas C, D, E y beta carotene, fortalecen la piel y le dan más elasticidad disminuyendo así la formación de arrugas. Como es un aceite que es absorbido rápidamente y es apto para cualquier tipo de piel, no tienes que preocuparte de que te vaya a dejar la piel grasosa o que te vaya a tapar los poros.
Por su alto contenido en ácido linoléico, muchos productos comerciales para combatir el acné, humectar la piel y combatir las arrugas usan el aceite de semilla de uva como uno de sus ingredientes. Hasta para reducir las estrías, puedes usarlo!
También puedes usar este maravilloso aceite para un masaje relajador o como aceite base para diluir aceites esenciales en la aromaterapia. Otro beneficio del aceite de semilla de uva es que tiene propiedades regeneradoras por lo que se puede usar para tratar las quemaduras de sol.