En tu botiquín no puede faltar: Árnica


Esta planta de la familia de las Compuestas crece originariamente en zonas montañosas y sus flores, de un intenso color amarillo, aparecen con los primeros calores del verano. Precisamente es esta parte de la planta la que posee un mayor uso medicinal. 


Desde la antigüedad son conocidas las propiedades medicinales de esta planta "para restablecer la normalidad cuando, a consecuencia de una caída o de un porrazo, conviene allanar chichones" (Dioscórides renovado).

El Dr. Leclerc, famoso médico naturalista francés del siglo XVIII, recomendaba el uso de Árnica al que reconocía como "un excelente remedio del que se obtienen grandes resultados en los traumatismos, a condición de que se lo utilice en forma externa y convenientemente diluido para evitar las aparición de erupciones erisipelatosas, que llega a producir cuando se lo emplea en forma pura, o por vía interna".

Es justamente a esta clase de síntomas producidos por la dosificación tóxica, a los que tiene en cuenta la Homeopatía, a fin de descubrir las propiedades terapéuticas de una determinada sustancia, como es el caso de Árnica.

Estas propiedades surgen precisamente de la patogenesia, es decir, de los resultados de la experimentación de su toxicidad en personas sanas, tal como lo estableció Hahnemann.

MODALIDADES de ARNICA
Se adapta a síntomas que preferentemente poseen una lateralidad izquierda superior y derecha inferior. 
Los síntomas se agravan por el más ligero contacto, por el frío húmedo, por el reposo, por el movimiento y por las bebidas alcohólicas.

ESTADOS EMOCIONALES CARACTERÍSTICOS: 
Es aplicable a aquellas personas que luego de un gran susto, o de una situación traumática o estresante, por motivos de cansancio o agotamiento, experimentan depresión, indiferencia y tristeza, permaneciendo callados y deseando estar solos.