Comiendo más brócoli. Según los estudios, incluirlo en la dieta varias veces por semana reduce la inflamación estomacal, la gastritis y la posibilidad de úlceras.
Apuntándote al apio. Es antibacteriano y antimicótico por que sus aceites esenciales son capaces de destruir las bacterias y hongos que viven en el estómago o en el intestino.