Toma el sol con moderación: en exceso causa eritemas, quemaduras, manchas, deshidratación y fotoenvejecimiento. Con moderación y protección ayuda a mejorar la salud y el aspecto de los cutis grasos.
Bebe mucha agua: al menos: 2 litros al día es básico para la piel, pues la mantiene bien hidratada y repercute en su buen aspecto. Si no se bebe suficiente aparecen arrugas, descamación, tirantez...
Ingiere antioxidantes: Frutas y verduras son alimentos que actúan como defensa de la piel, en cambio un exceso de calorías, la contaminación y el tabaco... generan radicales libres de acción oxidantes.
Descansa y relájate: El estrés constriñe los capilares y reduce el riesgo de la dermis, lo que favorece la aparición de picor, rojez, descamación, arrugas... Por eso es básico relajarse y dormir las horas suficientes.
Di adiós al tabaco: Es uno de los peores enemigos del cutis, pues lo vuelve mate y lo envejece. No fumar y escaparse a la naturaleza son buenos hábitos para mejorar su aspecto.
Usa tejidos naturales: Las prendas sintéticas irritan y producen sudoración. Elige el algodón o el lino para la ropa en contacto directo para la piel pues favorece la transpiración.
Haz ejercicio: Aumenta el flujo sanguíneo, proporciona a los dermis los nutrientes y vitaminas necesarios para un óptimo estado de salud.