* El Agua: Investigadores en Alemania descubrieron que beber agua helada acelera el metabolismo hasta en un 30%. Además, el agua es uno supresor natural de apetito que previene la hinchazón porque elimina del organismo el sodio y las toxinas. Beber agua en cantidad suficiente también ayudará a no confundir la sed con apetito.
* El Té Verde: Los estudios muestran que el extracto de té verde estimula el metabolismo y colabora con la pérdida de peso. Algunos estudios sugieren que el té verde tienen propiedades anticancerígenas y protectoras del corazón.
* La Mostaza: Investigadores británicos añadieron que 1/2 cucharada de mostaza en las comidas en un grupo de personas y comprobaron que el metabolismo de ellas se aceleró hasta 25%, en especial a las tres horas posteriores a la ingesta.
* El Brócoli: Hay muchos estudios que afirman que el calcio potencia la pérdida de peso; el brócoli, además de rico en calcio, es rico en vitamina C y estimula la absorción de este mineral. También es rico en vitamina A, fibras y ácido fólico. Ayuda y mucho al adelgazamiento y también refuerza el sistema imunológico. Y todo con sólo 37 calorías por cada 100 g.
* Quesos Magros: De acuerdo con un estudio publicado en la Obesity Research, los quesos magros pueden acelerar la pérdida de peso. Las personas que incluyeron de 3 a 4 porciones de quesos en su dieta de bajas calorías perdieron significativamente más peso que aquellos que no incluyeron. Y esa diferencia fue notada aunque la cantidad de calorías/día consumidas por estas personas fuese la misma. Este poder está asociado al alto índice de calcio y proteínas.
* Carnes Magras: Este famoso constructor muscular también es capaz de estimular el metabolismo. Muchos estudios mostraron que las proteínas potencian el metabolismo, reducen la grasa y construyen masa magra, provocando un mayor consumo calórico.
* Las Pimientas: Investigadores de la Laval University, en Canadá, descubrieron que incluir pimienta en la alimentación acelera el metabolismo y disminuye el hambre sicológico. La sensación de que la boca está cogiendo fuego hace que el cerebro inicie la fabricación de endorfinas, que permanecen un buen tiempo en el organismo. Cuánto más ardida sea la pimienta, más endorfina es producida.