¿Es necesario vacunar a los niños?

Las vacunas son una de las estrategias preventivas más eficaces en el ámbito de la salud pública. Gracias a su aplicación se consigue evitar anualmente el fallecimiento de miles de niños. De hecho, en algunos países con muy bajas coberturas vacunales como Angola, la tasa de mortalidad infantil puede alcanzar cifras tan dramáticas como 75 por mil (en España, esta tasa es veinticinco veces menor).


Que las vacunas son eficaces es un hecho incontestable. No obstante, ¿los gobiernos han de adoptar sanciones legales/administrativas a los padres que deciden no vacunar a sus hijos? El brote de sarampión en Europa ha reabierto el debate sobre si las vacunas para los niños han de ser obligatorias o no.

¿Vacunas para los niños obligatorias o no?
¿Deben ser las vacunas obligatorias en la infancia?

- Los partidarios de la obligatoriedad de las vacunas se basan en que la no administración de éstas puede implicar un riesgo para la salud pública. Y se muestra partidario de adoptar represalias como (por poner el ejemplo del anterior gobierno italiano) impedir la escolarización pública de menores no vacunados.

- En España se tiende a un modelo no sancionador, de carácter constructivo y pedagógico. Este modelo acredita unas cifras de cobertura vacunal superiores al 95%, y su pilar fundamental son los centros de salud de Atención Primaria. El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría defiende que hay que formar no solo a los profesionales, sino a toda la sociedad civil, que debe conocer los beneficios reales de estar vacunados. Con esta estrategia se ha conseguido que la población haya adoptado masivamente un posicionamiento proactivo con respecto a las vacunas.

- Existe un posicionamiento intermedio. Hay países, como Francia, cuyo marco legal establece sanciones a todas aquellas familias cuyos hijos no hayan recibido ciertas vacunas, como la de la polio, cuya expansión podría suponer una alerta de salud pública de dimensiones importantes.

En conclusión: la vacunación es una de las principales estrategias de salud pública a la hora de reducir el número de fallecimientos por causas evitables. Cada país adopta las medidas que cree oportunas para aplicar sus calendarios vacunales, estableciendo sanciones y/o formando a la población cobre los beneficios de su uso.

De forma paralela, se ha de desterrar los falsos mitos en los que se ampara la tendencia antivacunas, tendencia que desde hace años puebla tóxicamente internet.

A través de algunos hashtags muy populares, como #VaccinesWork, #Yovacuno o #YoMeVacuno se está intentando contrarrestar dicha información.

La importancia de vacunar a los niños
La administración de las vacunas no suele ser obligatoria en la mayor parte de países, aunque en algunos lugares, como Australia, la no vacunación de los hijos supone una penalización fiscal hacia los padres.

Y es que vacunar a los hijos representa, más allá de la ventaja individual de proteger a los más pequeños, un acto solidario, pues se fomenta la desaparición global de las enfermedades.

A pesar del reciente auge de la 'tendencia antivacuna', las vacunas tienen un alto perfil de seguridad y una baja tasa de efectos secundarios y complicaciones.

Las vacunas son, en definitiva, un símbolo de progreso, y su aparición en 1796 supuso uno de los mayores hitos sanitarios de la Historia.