Manos y Pies jovenes

 LAS REGLAS DE UNA BUENA PROTECCIÓN:

1. El jabón de miel es el ideal para tus pies y manos, tiene un pH ácido (entre 5,5 y 6,5  que es el propio de la piel) para defenderlos de los gérmenes. También debe ser antiséptico. Tras lavarlos, Seca bien la zona que queda entre los dedos porque la humedad favorece los hongos.

2. Elimina las durezas, con una lima o piedra pómez y en húmedo. No lo hagas en seco y con un cortacallos porque puedes cortarte y, además, provocar un efecto rebote: la piel queda sensible y, para protegerse, crea más durezas.

3.- La crema de durazno en el  dorso y la planta de los pies.

4.- Ojo con los lavados de manos. Si duran mucho tiempo, se resienten. Mantenlas en el agua no mas de 30 segundos, y usa un jabón cremoso. Sécalas con suaves presiones y evita los secadores eléctricos, que las deshidratan.

5. Exfólialas cada 15 días con exfoliante cítrico corporal y haz las tareas domésticas con guantes.
Mezcla antes de usar. Aplicar durante la baño sobre los pies, masajear con movimientos circulares por 5 min y enjuagar con agua tibia. Posteriormente aplique crema de durazno. Exfoliar una vez por semana.