El aloe vera restaura la piel hasta límites insospechados.
Éstas son algunas de sus principales virtudes.
Hidratante: aumenta la capacidad de la dermis para absorber el agua.
Calmante: ayuda a reforzar el sistema de defensa minimizando la posibilidad de irritación. Contiene componentes activos para detener el dolor y la inflamación, es ideal para pieles sensibles.
Cicatrizante: Aumenta el correcto entrelazado de las fibras de colágeno y ayuda a la regeneración celular.
Antiséptico y desinfectante: presenta una fuerte actividad antibacteriana.
Queratolìtico: Elimina la acumulación de células muertas en lugares determinados de la piel que dan lugar a durezas y callosidades.
Epitelizante: tiene un efecto que elimina las células muertas, proporcionando mayor luminosidad.