Si quieres darte un buen baño relajante, lo primero que debes hacer es disponer de un mínimo de media hora para desconectarte del mundo exterior por completo.
Seguidamente, prepara todo aquello que pueda necesitar para el baño, déjalo a mano y no olvides poner una música suave de fondo, la música melódica, clásica o renacentista suele ser ideal para sacudirnos de encima el estrés.
La temperatura ideal del agua oscila entre 30/32 grados. Perfúmala con aceites de baño con importantes propiedades, aunque los aceites esenciales son los de romero o lavanda, ya que éstos son especialmente relajantes. Cuando uno se baña, el agua caliente y el vapor hacen que los poros de nuestra piel se abran y estén más receptivos a las propiedades terapéuticas y curativas de hierbas y plantas.
Aceite de menta: estimulante, refrescante y analgésico.
Aceite de eucalipto: estimulante y balsámico.
Aceite de romero: relajante, desinfectante y curativo.
Aceite de lavanda: relajante y tonificante.
Pero si hoy no dispone de éstos productos, siempre hay remedios caseros para todo. Se puede preparar una infusión de valeriana y diluirla en su bañera.